13 de junio de 2014 Un aniversario más…
Prof. Cruz Alvarado
Si alguna persona merece la
admiración y el reconocimiento de los portugueseños en este nuevo aniversario
de nuestra Casa de la Cultura, es Doña Carmen Aurora de Monsalve. Andina de
nacimiento pero acarigueña por adopción. Casi toda su vida se la ha dedicado al
trabajo cultural con tesón, cariño y competencia a nuestras ciudades de
Acarigua y Araure. He tenido la dicha de conocerla y tratarla desde el año 1967
cuando comencé a incursionar en el teatro y los títeres en nuestra Casa de la
Cultura.
Excelente periodista, fue
presidenta de la antigua Asociación de Periodistas del Estado Portuguesa,
directora fundadora de la Revista Cultura y Progreso. El trabajo nos permitió
conocer su excelente personalidad. Mujer culta, abierta, tolerante pero
exigente cuando el trabajo se debe cumplir. Sabrosas celebraciones en su casa
de la avenida las lágrimas nos permitieron compartir con su familia en unión de
todos los artistas que día a día se exhibían en las instalaciones de la Casa de
la Cultura.
Su aporte al arte en nuestras
ciudades es invalorable. Lástima que la falta de sentido de quienes nos
gobiernan y están encargados de la labor cultural hacen del patrimonio un
objeto de desprecio si no apuntala una ideología trasnochada y empobrecedora en
que ellos creen.
La Casa de la Cultura Carlos
Gauna fue su hija putativa desde su fundación en el año 1965 o quizás antes
cuando el Dr. Pablo herrera Campins ordeno el estudio para la creación de este
centro que por décadas nos ha permitido apreciar el arte de esos grandes
artistas que durante la época de los años 60, 70, 80 y 90 y parte de los
primeros años de la década del 2000 nos deleitaron con sus montajes, obras
pictóricas, música, teatro, títeres, danzas, guitarra, piano y tantas
actividades que nos permiten comparar el trabajo realizado con el trabajo que
en la actualidad se realiza en esta institución cultural.
Nuestra Casa de la Cultura
Carlos Gauna ya no es la misma de antes,
no sabemos lo que va a pasar en sus interioridades. Allí han llegado personas
que a pesar de tener sus buenas intenciones no tienen el carisma, la
preparación, el conocimiento y sobre todo el querer hacer el trabajo que
corresponde a esta recordada primera institución de la cultura en el estado
Portuguesa.
Doña Carmen Aurora de Monsalve
nos trajo lo mejor de nuestros artistas y buena cantidad de obras de los genios
nacionales y extranjeros que podían ser observados por niños, jóvenes y adultos
para ser tomados como ejemplos a seguir.
La salida de Doña Carmen Aurora
de Monsalve del trabajo cultural oficial no se resigna a quedarse como una
pieza de museo. Se mantiene activa con una asociación cultural ubicada frente
al estadio de beisbol Julio Hernández Molina pero hasta allí llegó la mano
poderosa de la revolución para desplazarla y obligarla a retirarse al ser
tratada sin ninguna consideración por parte de los organismos gubernamentales.
La casa de la Cultura Carlos
Gauna desde hace unos años ha cerrado una etapa de gloria en la consolidación
de un sentido trascendente de la belleza universal del arte. La Casa de la
Cultura era una referencia nacional por su teatro, su sala de títeres, su sala
de exposiciones y sobre todo por el carisma con que allí se realizaba ese
sacerdocio que podemos llamar “trabajo cultural”; un trabajo cultural sin
ningún tipo de color ni proselitismo político. Aunque era un trabajo que
hacíamos con las uñas podíamos cargar la cara en alto porque no teníamos compromisos
con ningún partido político. El artista realizaba su trabajo con gallardía,
libertad y sobre todo el orgullo de ser un artista sin compromisos.
Hoy la Casa de la Cultura Carlos
Gauna es otra, no es la que soñó Doña
Carmen Aurora de Monsalve, Raul D’Pascuali, Edda de Zamudio y muchos otros que
tuvimos esa hermosa oportunidad de convivir allí por muchos años. No, hoy la
Casa de la Cultura Carlos Gauna perdio perdió la sala de títeres denominada
Carlos Revette, carece de la sala de exposiciones Julian Bustillos, el orfeón
no existe, los títeres ya no deambulan por los pasillos llamando al mago
pompom, la sala de teatro Reynaldo Martínez ya no da para más, las danzas ya no
tienen el renombre que le dieron Marina Villegas y su equipo. En fin todo ha cambiado
hasta el color de la fachada ya parece la de un partido político.
Querida Doña Carmen, que Dios te
bendiga y guarde. Gracias por lo que hiciste por la cultura en nuestro estado.
Bella tu publicación saludos
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